«Si te fue mal o no te fue como esperabas, lo importante es aprender…»- WE SAY Magazine

“SI TE FUE MAL O NO TE FUE COMO ESPERABAS, LO IMPORTANTE ES APRENDER”

POR SOLEDAD YTUARTE, SOCIA FUNDADORA DE WE SAY!

Dicen que el Café La Poesía es uno de los más inspiradores de Buenos Aires. En este lugar emblemático del barrio de San Telmo, la charla con Ale Marcote, co-organizadora de Fuck Up NIghts Buenos Aires, fue sin dudas inspiradora. Comenzó recordando cómo fue su reinvención de una empresa en la que hacía análisis económico a su presente. A partir de su transformación, Ale, que trabajó más de 15 años en multinacionales como contadora, se especializó en la resignificación del error y el fracaso como fuente de aprendizaje. Además, es coach organizacional y fundadora de Ale Marcote Innovación & Coaching.

Presente en cientos de ciudades alrededor del mundo, Fuckup Nights es un movimiento mundial en el cual entrepreneurs consagrados comparten sus historias de “fracaso”. En Buenos Aires, el evento se ha convertido en referente de estas historias que invaden las aventuras de emprendedores de todos los rubros. De esto hablamos con Ale, los significados del éxito y cómo aprender del error.

¿Cómo empezaron a gestar Fuck Up Nights Buenos Aires?

Comenzamos en septiembre de 2015, tanto mi socio como yo seguíamos al evento. Acá se había hecho varias veces y luego se había dejado de hacer, y al enterarse mi socio de que estaba libre la licencia me lo comenta, y arrancamos. Con muy pocos sponsors, nos abrió las puertas el Centro Cultural San Martín.

¿Cómo fueron las primeras repercusiones?

Al principio fue difícil de transmitir la idea, nos preguntábamos por qué va a venir alguien a contar que le fue mal y por qué va a venir alguien a escuchar a quien le fue mal. Ahí tuvimos un trabajo intenso el primer año y medio. Eran varios desafíos, hacer un evento gratuito, sostenible, cada dos meses, y que cada vez más la gente le pudiera dar valor a esto de contar en qué te fue mal, aprender de eso y escuchar al otro, como una instancia de aprendizaje. El primer evento tuvo a media sala llena, muchos amigos y conocidos, y después con el tiempo y el boca a boca y las redes sociales, creció. Las redes las tuvimos que construir desde cero, ya que el nombre mismo del evento no permite hacer pauta publicitaria, y hoy tenemos más de 3.500 seguidores en Facebook, y otra cantidad en Twitter. Fue paso a paso, tratando instalar el mensaje que es contracultural.

¿Cómo está construido el evento? ¿Cómo es el formato?

El formato que nosotros encontramos es de cuatro charlas por evento, porque depende de cada país, cada uno tiene su propia adaptación, cada ciudad según la cultura, lo que nosotros mantuvimos son los 6 minutos 40 de ponencia. La persona tiene que hablar esa cantidad de tiempo y atrás pasan 10 diapositivas que no puede ni adelantar ni pausar, tiene segur al ritmo de esas diapositivas, ese es el desafío. Después hay un espacio de moderación en donde alguien le hace preguntas. Nosotros elegimos un moderador por evento, le hace unas preguntas y después se abre al público. Esto se repite cuatro veces, las cuatro charlas.

¿Qué es el fracaso?

No intentarlo, para mi es una buena definición de fracaso. Conceptualmente tiene que ver con la frustración y con no lograr algo que uno espera lograr. Tiene una raíz en eso, en creer que va a suceder algo y que no suceda. Hay algo que nosotros sostenemos que es que si te fue mal o no te fue como esperabas, lo importante es aprender. Porque si pusiste tiempo, energía, dinero, y no podés sacar nada en limpio de eso, entonces eso sí es un fracaso porque no te llevaste nada. Muchas veces entrevistamos a gente que de alguna forma pone la responsabilidad en los demás y no logran ver aunque sea algo en ellos mismos para desarrollar, modificar. Hoy se habla mucho de la resiliencia, para salir fortalecido de una situación difícil o que no esperabas, necesitas aceptarlo y procesar eso de una forma que te fortalezca.

¿En contraposición entonces, el éxito es intentarlo, no sentirse frustrado, aprender?

Acá quiero hacer una distinción de cosas: el éxito de resultado y el éxito de proceso. Vos podés tener éxito que es alcanzar algo que querías, no importa cómo, y el éxito del proceso tiene que ver con intentarlo, por ahí el resultado final no es exactamente lo que querías, pero si lo ves desde el proceso, desde el haber puesto todo, haber hecho con los valores que vos tenés, sin irte de tu eje, puede ser también un éxito. Hacer todo lo que está a tu alcance.

De cualquier modo, el éxito es algo totalmente subjetivo, ¿no?

Yo creo que si juntamos a 25 personas, cada una va a tener una definición personal y los parámetros de éxito y fracaso, son distintos aún en la misma persona según los distintos momentos de la vida de uno. A veces unos e queda con una definición de éxito que nos enseñaron o heredamos, por lo que está bueno revisar cada tanto que es para mí el éxito o el fracaso. Qué es realmente lo que me hace feliz.

A veces el significado de éxito está asociado a otras cosas

Sí, muchas veces al dinero, al poder, ambición, hay que pensar qué es el éxito para cada uno y respetarlo.

¿El error es necesario para emprender?

Dejame decirte primero que el error como palabra tiene que ver con que hay una forma cierta de hacer las cosas. Cuando hablamos de error tiene que ver con que si me equivoco hay una forma cierta de hacer las cosas y no lo estoy haciendo. Es necesario equivocarse pero teniendo en cuenta que tal vez no sé cómo hacer las cosas, sobre todo cuando es algo nuevo. Sería difícil emprender si uno no tiene en el radar que le puede ir mal y va a poder pivotear e ir hacia otro lugar. El CEO de Amazon Jeff Bezos dice que muchas organizaciones quieren innovar, pero no están dispuestas de ninguna forma a asumir todos los fallos que eso conlleva. No hay innovación si no podés fallar.  Para emprender tenés que estar dispuesto a que podés hacer cosas que no funcionen. Si te equivocas tenes que detectar lo que no funcionó para hacer algo distinto, sin cargarse de la palabra fracaso, y gestionando el miedo, no digo perderlo, pero gestionándolo, entendiendo qué nos está diciendo ese miedo.

¿Hay alguna historia de fracaso en Fuck Up que te haya impactado más que otra?

Varias. La primera que me impactó mucho es la de Silvia Flores de La Juanita. Me llamó la atención porque ellos comenzaron en 2001. Ella dice justamente, “éramos tan buenos para fracasar que comenzamos en el 2001”. Y ella empieza contando cómo de pronto tenían esta idea de generar algo nuevo en el barrio vinculado a generar trabajo y le habían dado una posición para que administre la panadería a un señor que tenía algunos problemas. Estaba mal administrado, y tuvieron un enorme proceso de aprendizaje de elegir quién iba a estar administrando esto. Se trataba de combinar el hacer el bien, pero no fundirse. Y me llamó la atención cuando ellos empiezan a crecer mucho que se vinculan con gente conocida. Y ella cuenta que lo primero que tuvo que vencer fueron sus propios prejuicios y preconceptos sobre ellos mismos. Es interesante la historia porque tiene un contenido más allá del fracaso que tiene que ver con un desarrollo personal. Hubo otros interesantes, como Gabriel Fernández que renunció a su trabajo porque quería emprender en un rubro informal en donde él pudiera intervenir para reacomodar, o darle formalidad. Entonces pensó en tiendas de verdulerías saludables. Iban a hacer una cadena, el Excel les daba muy bien, era escalable, la cuestión es que nunca pudieron salir de la primera verdulería. Vendió el auto, ahora está trabajando de nuevo en relación de dependencia, en una cultura más acorde a lo que él quiere, con otro conocimiento de lo que él quiere, o busca. Su proceso es interesante porque no volvió a esa relación de dependencia igual a cuando se fue, hubo un gran camino en lo auto reflexivo. Para mí es un ejemplo de éxito y aprendizaje.

¿Alguna vez diste una charla de algún fracaso propio?

No, sabes que no. Nosotros estamos como presentadores, pero es verdad que la gente no conoce mucho de nuestras propias historias.

¿Qué contarías?

Cuando me preguntan cuál fue mi peor fracaso digo que fue en el momento en que me di cuenta de que había estudiado algo y había empleado tantos años en algo que no era lo que quería. Allí sentí que había fracasado. Más allá de que después intenté hacer proyectos que no salieron, no hubo nada tan frustrante como eso. Me sentía además fracasada como persona, me preguntaba cómo no me había dado cuenta. Me daba mucha vergüenza decir no quiero seguir trabajando de esto, pero no sé lo que quiero hacer. Y me costó años reencauzar mi carrera. Hasta que entendí que me daba vergüenza, pero que si no lo atravesaba y lo hablaba, no iba a poder superarlo.

En el camino encontré muchas personas a quienes les había pasado lo mismo.

¿Cómo capacitadora y co-organizadora de Fuck Up Nights como ves el ecosistema emprendedor argentino?

Separaría Buenos Aires de Argentina, porque Buenos Aires viene trabajando desde hace muchos años con lo cual me parece que es un lugar genial para emprender. Hay mucha capacitación, espacios de networking. El resto de Argentina no ha tenido el mismo desarrollo, se está trabajando bastante fuerte, pero hay mucho por desarrollar. Además, hay mucha gente trabajando en las provincias, mucho talento, desde las ciencias, la tecnología, los recursos naturales, tantas oportunidades, tan diversas, pero hay mucho espacio todavía para hacer cosas en el país y para conectar, en un país tan grande.

Hay una tendencia de más jóvenes emprendiendo y presentando proyectos, desde universidades, escuelas, etc.

Sí, es verdad, pero me gustaría decir que con este boom de emprender, es como que ahora es “cool” emprender, y todo el mundo quiere emprender. Me parecería interesante que cada persona pueda reconocer si se desarrolla mejor en una organización o por fuera de ella. Todo tiene sus pros y sus contras. Hay gente que es genial para trabajar en una organización, hacer que sucedan cosas distintas en esa organización, y por ahí si sale a emprender con toda la incertidumbre, tal vez no explote su talento como puede hacerlo dentro de una organización. Y al revés, hay quien se mueve mejor en el mundo incierto que adentro de una empresa. Más allá del boom, está bueno detectar dónde cada uno puede desarrollarse mejor. Tiene que ser más que una tendencia, algo más personal, para saber dónde poner el talento propio.

 

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