Los 3 errores más comunes a la hora de emprender

Emprender una nueva idea o proyecto dá muchas satisfacciones y alegrías. Cada vez son más los emprendedores que se animan a comenzar un nuevo negocio o emprendimiento en Argentina. En la siguiente nota compartimos cuales son los 3 errores más comunes a la hora de emprender y algunas preguntas para hacerse a uno mismo para  sobrevivir al  fracaso.

Enamorarse de la idea y no del problema

Muchos emprendedores imaginan un producto o servicio sin preguntarse si realmente restán solucionando un problema o una necesidad del mercado. Si conocemos un problema que no está resulto o una necesidad no satisfecha y logramos resolverlos es mucho más factible que el emprendimiento sea un éxito ya que las personas o empresas desearán destinar su dinero y tiempo en adquirir y utilizar nuestra solución.

Una de las causas más comunes de fracaso es que los emprendedores se enamoran de las ideas sin destinar tiempo para conocer en profundidad el problema que debería solucionar, y tampoco al cliente que que recibirá esa solución.

Cuanto antes se pueda compartir lo que se está realizando con futuros usuarios para recibir su feedback -se denomina iterar en la metodología Lean StartUp-, es mucho mejor, ya que se podrá incorporar al desarrollo de la idea. SIn embargo, muchos emprendedores rechazan este feedback cuando pone en dudas o es contrario a la idea original que tenían y de la cual se enamoraron. Se suele escuchar “no vendo porque los clientes no entienden lo valioso de mi producto” pero antes es importante responderse si realmente entendimos lo que los clientes quieren y/o buscan.

Preguntas para hacerse y herramientas para implementar:

¿Qué problema estamos solucionando? ¿ Qué necesidad estamos cubriendo? ¿A quién le resolvemos el problema  o le cubrimos la necesidad?

¿Que conocemos acerca de nuestro cliente? ¿Cómo le solucionamos un problema a través de nuestra propuesta?

¿Acepto e indago en el feedback de estos posibles clientes para comprender cómo mejorar la propuesta (de valor) qué les estoy realizando?

Herramientas: Mapa de Empatía / Canvas Propuesta de Valor

Planificación Economicá-financiera

Muchos emprendedores comienzan un emprendimiento con una planificación económica – en el mejor de los casos- optimista, es decir, considerando que generan los negocios previstos sin demasiados contratiempos. La realidad muestra que desarrollar el negocio puede llevar más de lo esperado y generar las ventas no es tan sencillo como se creía. Todo eso se lleva en el camino los recursos que teníamos disponibles. 

Otro aspecto a tener en cuenta es el Financiero. Aún cuando se logren ventas,  pueden existir diferencias entre el plazo en que se abonan insumos (por ej. contado) y los plazos en los que cobramos (por ej. 30, 60 o 90 días). Eso requiere que se tenga un capital para seguir produciendo aún cuando no se haya cobrado. Sumado a esto un posible  contexto inflacionario,  a veces no se gestiona adecuadamente el impacto qué tiene esta diferencia de tiempo entre pagos y cobros, lo cual puede generar una descapitalización.

Dado que el dinero y el tiempo con el que se cuenta en un emprendimiento son limitados,  es necesario realizar una planificación considerando estratégicamente a donde voy a destinarlos,  así como también generar planes alternativos a aquellos optimistas que ya hemos realizado, que nos permite contar con más herramientas a la hora de gestionar los recursos adecuadamente.

Preguntas para hacerse:

¿Cómo voy a generar ingresos con este modelo de negocio?

¿Conozco cuales son los costos -fijos y variables-?

Los recursos con los que cuento ¿para cuanto tiempo alcanzan?

¿Qué pasa si demoramos x% más de tiempo en el desarrollo del producto/servicio y/o en generar ventas?

¿Cuento con fuentes adicionales de recursos que permitan sostener el desarrollo del negocio ante cualquier eventualidad?

Socios y equipo

Una gran idea con un equipo qué no funciona,  está destinada al fracaso. Por el contrario una idea que parece poco prometedora,  si es ejecutada por un equipo que logre sinergia entre sus integrantes, tiene grandes chances de prosperar.

Emprender sólo, sin nadie que acompañe esta montaña rusa de emociones qué significa desarrollar un emprendimiento, es un gran desafío. Varios emprendimientos nacen de asociarse con personas que conocimos en espacios de interés común (ej. colegio, facultad, amigos). Esto hace que el equipo de emprendedores este dado por personas con áreas de experiencia similar, lo cual en determinado momento puede convertirse en una traba para su desarrollo. Un equipo diverso (en habilidades, experiencias, edades, género, etc.)  lo favorece, aunque requiere de mayores habilidades para interactuar y lograr que las diferencias se integran para potenciar el emprendimiento.

Siempre es recomendable emprender con socios que puedan complementar las habilidades propias, pero que fundamentalmente compartan nuestros valores.

Los valores son la brújula que orienta las decisiones y son fundamentales en momentos clave. Asociarse con personas con las que no compartís valores hace tambalear el negocio,  ya que los criterios de decisión son diferentes. Por ejemplo: ante una dificultad financiera si uno de los socios tiene como valor principal al equipo y las personas, su foco para tomar una decisión será cómo cuidarlos, pero si otro de los socios tiene su foco en el dinero y obtener la mayor rentabilidad posible, su decisión estará basada en esto antes que en el cuidado de las personas.

Preguntas:

¿Cuáles son los conocimientos y habilidades clave que se requieren para el negocio que quiero desarrollar? ¿Cuáles son mis  fortalezas?¿ En qué áreas necesito un complemento?

¿Cuáles son los valores fundamentales para mí?

¿Conozco los valores de la persona con la que me pienso asociar?

Aprender de quienes ya fracasaron

A la hora de emprender es importante poder analizar la oportunidad de contar con un mentor o un coach. Un mentor es una persona que ya ha transitado más camino que vos en el mágico mundo de emprender, por lo cual ya ha fracasado y aprendido de sus errores contadas veces. El mentor podrá guiarte y ayudarte para reducir en el número de veces que puedas fallar en tu camino profesional. ¡Ojo! Probablemente no pueda evitar que “caigas” pero si podrá prevenirte de tropiezos.

Para seguir aprendiendo de fracasos y errores puedes escribirle un correo electrónico a Ale Marcote, Directora de Aprender del Error, quien podrá asesorarte en tu proyecto, empresa o emprendimiento a info@alemarcote.com

 

 

ph: Alyibel-Pixbay