Un año atrás el emprendedor junto a la contadora y coach Alejandra Marcote decidieron replicar en la ciudad un modelo nacido en México donde por una noche varias figuras exitosas del mundo emprendedor podrían hablar de un tema considerado tabú: el fracaso.

Con mucha energía, sin saber qué les depararía la experiencia comenzaron a contactar conocidos y amigos para darle forma a la propuesta. Así llegaron al Centro Cultural San Martín donde pudieron conseguir una sala de forma gratuita y con pocos sponsors lanzaron la primera convocatoria hace una año atrás.

«La primera vez sólo llenamos la mitad de la sala y este año el boca a boca hizo que el evento creciera. Pero cuando empezamos lo que proponíamos era algo raro porque significaba un cambio cultural. Para nosotros fue un desafío comunicar la propuesta y que la gente entendiera que el evento no era para venir a hacer catarsis y ponerse a llorar. Queríamos trasladar esa experiencia del fracaso de una forma irónica y de lo que se tiene que saber al emprender. Era darle una vuelta a la experiencia del emprendedor», destacó Alejandra Marcote, quien como su compañero organizador, cuenta con un pasado en el mundo corporativo y desde hace ya varios años viene incursionado en el emprendedurismo.

Así, de contar inicialmente con una sala para 300 personas hoy, por ser el primer aniversario, tendrán a su disposición un espacio para 600 personas. Una cantidad importante pero aún más si se tiene en cuenta que hubo en total 1.000 inscriptos, de los que 400 permanecen en lista de espera.

Además, desde las últimas tres convocatorias los organizadores colaboran con la guardería y merendero «La vereda de enfrente» ubicada en la Villa 21-24. Para ello solicitan que los asistentes traigan algún alimento no perecedero o leche en polvo.

EMPRENDER

Según los organizadores 1 de cada 100 ideas se convierte en negocio y de cada 10 emprendimientos que arrancan en Argentina, 4 fracasan dentro del primer año. Muchas veces la falta de conocimiento sobre cómo desarrollar las distintas etapas de un proyecto terminan obstaculizando su concreción. Otras veces el orgullo y reticencia a pedir ayuda provoca que, pese a contar inicialmente con el suficiente capital, no se llegue a sobrevivir.

«Nosotros hacemos el evento para tres tipos de personas. Para los que fracasaron, los que van a fracasar y los mentirosos, esos que te dicen que esta todo bien y no es así», destacó Schuster, que en el momento de comenzar a organizar el evento ya contaba con experiencia para elegir oradores ya que cuenta con un emprendimiento propio que lleva a figuras destacadas a hablar de sus experiencias en empresas u otros escenarios.

Consultados sobre el tema explicó que «en el ámbito corporativo hay excelentes casos de proyectos que no funcionaron. Pero necesitan que sus empleados sigan innovando y para eso buscan fomentar el emprendedurismo aunque haya una alta chance de fracaso. Lo importante es la capacidad para aprender y que la sociedad sea más fuerte», destacó el creador de «Spiquers».

Luego agregó que «queremos que se vea al fracaso desde un punto de vista educativo y que con eso se pueda bajar la tasa de desempleo. Que los emprendedores no se choquen contra una pared».

ORADORES

Contar una historia tan personal como es un fracaso al frente de 600 desconocidos no es una tarea fácil para los speakers que este próximo 2 de noviembre estarán a cargo de subirse al escenario y transmitir sus experiencias en 6,40 minutos, tiempo estipulado por la propuesta desde su comienzo en México.
Así, Milo Lockett, artista plástico; Liliana Parodi, Gerente de Programación y Producción de América TV; y Máximo Cavazzani, Fundador de Etermax y creador de Preguntados contarán con el tiempo justo para contar un aspecto poco conocido de sus vidas por el público.

«Preparamos mucho a los oradores. En los primeros encuentros costó más que alguien se prendieran a hablar porque no es sencillo y contracultural. Hoy por suerte se esta viendo que una persona muy sólida le puede ir mal», destacó Alejandra.

Luego agregó que «con estos tres en particular no son tantas las horas de preparación porque son hiper ocupados. Pero previamente hay 6 horas de trabajo con cada orador invitado en el momento que ellos puedan. Es un mes y medio que vamos trabajando cada charla. Como cada una dura 6 minutos y medio hay que sondear qué van a decir. Primero sondeamos las historias, los momentos que les fue mal y que aprendieron de eso».

La positiva recepción de la propuesta por parte del público, junto al crecimiento de la cantidad de los asistentes para esta nueva edición, reflejó la necesidad de conocer más de la realidad del emprendedor y no sólo de sus éxitos.

«Hay un momento clave en el auditorio que está relacionado con el respeto mutuo que se genera durante la charla. Hay un clima de informalidad e intimidad que facilita que se abran. Aca se emocionan. Es muy impresionante ver a alguien que ya veías muy arriba en otros eventos y que acá lo ves en el escenario hablando de la familia, de lo que pasó en ese momento cuando le fue mal y lo que tuvo que luchar para remontar. Se da una emoción muy particular», recordó emocionada Alejandra, que muchas veces al preparar a los oradores termina conociendo toda la magnitud del impacto que tuvo en ellos el fracaso.

El próximo 2 de noviembre en el Centro Cultural San Martín, 600 personas tendrán el privilegio de oir tres historias desconocidas de quienes tras mucho luchar lograron sobresalir en sus actuales emprendimientos. Tres experiencias reales del verdadero mundo del emprendedor, donde los fracasos terminan siendo un paso más hacia la concreción de un sueño. Para más información se puede visitar el sitio en facebook de FUNBuenosAires.

Y es que esa conversación informal, útil y liberadora motivó a que quisieran repetirla junto a más personas. Así, 2 semanas después nacieron las Fuckup Nights, o noches del fracaso.

Lo atractivo de la propuesta es que poco se hablaba del fracaso y del aspecto educativo del mismo ya que para un emprendedor nada mejor que conocer la experiencia previa de otras personas que ya estuvieron creando empresas y no les fue nada bien.

Son historias poco conocidas donde se transmite la realidad oculta detrás de la vida de personajes famosos.

REDES

Así, a medida que iban realizando más encuentros y llegaba gente que no conocían, que también buscaban aprender un poco más del lado no tan difundido del emprendurismo, los organizadores crearon un sitio en facebook para que se transmitiera aún más en las redes sociales.

De esta forma el proyecto busco generar tres beneficios: hacer networking, una manera distintas de hacer negocios y brindar un panorama mucho más amplio sobre lo que es ser un emprendedor.

De la misma forma que el boca a boca siguió atrayendo nuevos asistentes también lo hizo en otros países donde surgieron interesados en replicar este formato innovador.

EXPANSION

Hoy más de más de 30 ciudades en América y Europa han tenido su Fuckup Night y su meta es estar en 100 ciudades del mundo por lo que buscan aliados locales que entiendan su idea de darle una visión realista a la actividad emprendedora.

Más allá de su fama como científico, la vida de Albert Einstein no fue siempre de fama y reconocimientos internacionales. Hasta los 4 años no fue capaz de hablar correctamente por lo que muchas veces sus maestros afirmaban «que nunca sería demasiado» en la vida. El paso de los años trajo sorpresas y este brillante científico demostró que no siempre lo exitoso se encuentra en los parámetros «normales» de lo que define a un genio.

Al joven Walt Disney no le podía ir peor cuando lo despidieron de un periódico por considerarlo «sin creatividad» y «no tener ideas originales». Pero fue el tiempo y este tipo de fracasos lo que lo llevó a no dejar de soñar y años más tarde su personaje infantil Mickey Mouse enamoraría a todos los chicos del planeta.

La apertura de su parque de recreaciones hicieron que su nombre fuera mundialmente conocido.
Considerado un genio de la informática, Steve Jobs llevó a su «Apple» a ser una de las marcas que trascendieron fronteras geográficas y temporales. Pero a los 30 años, en pleno apogeo de su carrera fue despedido de su propia empresa por la junta de directores. Así, de un día al otro pasaba a ser un desempleado más. El tiempo y su visión hicieron que en pocos años esto se revirtiera pero frente a su gran fracaso su genialidad siguió sorprendiendo al mundo.